Me ha dado en pensar si la Comedia Nueva de Lope no estará sobrevalorada. Pregunto: ¿qué hizo, para acarrear tanta fama, el avispado dramaturgo con la escena del XVI? Yo no lo sé. Pero yo algo sé. Esto: pasar por la criba de la naturalidad todo el academicismo y, no contento, diseminar el rol de protagonista por un nada desdeñable ramillete de actores y actrices dotados.
Ello no bastaba.
Igualmente filtró alegrías y penas (propias de la vida-vida) para extraer de ello una materia elástica (maleable) que algunos denominan “ficción realista”.
Concluyo ya: ahí es nada.