jueves, 27 de diciembre de 2012

49/ Recitador señero

Un poeta depuso que la contemplación es horma del amor. De Velilla juzgaba independientes sendos actos: Amar y contemplar. Y mirar difiere de contemplar. Lo primero implica ojos. Lo ulterior, mente y espíritu. Ídem acaece con la lectura y el recital. No se lee, me parece, de adentro a fuera. Ni de afuera a dentro se recita. Declamar conlleva exponer el orbe en las declinaciones vocales. O en la cadena fónica. Un recital deja de incumbirme desde sus albores. No considero sino señero al recitador.   

martes, 25 de diciembre de 2012

48/ Orgullo

Ha días finiquité mi lectura de La perla. Autor: John Steinbeck. El prologuista, Jesús Pardo, considera la codicia uno de tantos instigadores del drama. Discrepo profundamente. El fenecimiento de Coyotito (vástago del héroe) sobreviene por otro motivo. Pasión anquilosada en los genes de una raza: Orgullo. Se desata éste y convierte a Kino (héroe) en maltratador y en asesino. Agrede a Juana (su esposa). Liquida, me parece, a varios individuos de La Paz. Toda perla (concreción cuasi esferoidal) deviene tesorería si se enajena a buen postor. No escatima, por lo demás, posibilidad de un futuro inmediato. Lo funesto es que tras esa expectativa late un corazón resentido. Es entonces cuando despunta el orgullo de raza. La perla, novela corta y experimentada, exhala oficio. Rara vez he podido enfrentarme a un texto tan intenso. Solo lamento sus veinte postreras páginas. Paisajísticas son. Ochenta y dos alumbran la obra. Sesenta y dos, tal refiero aquí, jamás se podrán olvidar. Y eso ya es muchísimo.

viernes, 21 de diciembre de 2012

47/ Poesía sencilla

La melancolía (y la tristeza mudada en ésta) deviene dadora de arte. Melancólicos conspicuos han rolado, en cada época, la dirección de los vientos. Mercedes de Velilla engrosaba tal colectivo. Leo: “Mas así como tú dejas al irte/ los seres sin calor, las flores lacias,/ así también mi sol, cuando se aleja/ ¡ay! me deja sin vida y desolada.” Releo: “Venid; que si mis cantos se extinguieron/ del arpa muda entre las cuerdas rotas,/ en lágrimas después se convirtieron:/ lágrimas os daré… con esas notas/ siempre las almas tristes se entendieron”. Aquí no se pretende simular belleza y hondura con juegos malabáricos. No se trata de poesía post-moderna. Sí, de poesía sencilla. Y no, por ello, simple. Mercedes: Me prosterno ante ti.    

martes, 18 de diciembre de 2012

46/ Bella carroñera

El teatro me subyuga. Afanosamente descifro cada obra. Hoy: La gaviota de Chéjov. De impecables y certeros diálogos adolece. Es compleja y maestra. Aborda un notable abanico de temas. Yo no sé si Antón P. Chéjov frecuentó a Ortega y Gasset. El Hombre Masa orteguiano radica en sus páginas. Sale airoso. Matizaré: No es vilipendiado. Perecería quien camina en sentido adverso a la Masa. Y quien ama. Y el pesimista. Chéjov gustaba del conflicto entre optimismo y pesimismo. Álvaro del Amo lo consigna en el exordio: Para el dramaturgo de Tanganrog “vivir sería luchar contra la desesperación”. En La gaviota se airea una trifulca entre pasado y porvenir. De la renovación del arte se ocupa. Del amor pasional y destructivo se departe. De neurastenia. De sentimientos incisivos. De crisis de valores burgueses. De melancolía intelectiva. Todo inmerso en una atmósfera grupal. Iván Turguenev constituiría el antecedente directo. Consecuente, Máximo Gorki.

sábado, 15 de diciembre de 2012

45/ Gozada aflicción

Kasida del olvido. Joaquín Romero Murube. Un botón: “Algún día lo diré/ sin saber cómo lo digo./ ¡Qué no hay palabras!// Es un gozo sin motivos./ Es la vida que se pone/ alegre y clara”. Otro: “¡Qué angustia de pena sorda/ metida dentro del pecho!/ Es mi casa y es mi patio,/ sin embargo, tú, ¡qué lejos!”. El ojal: “La luz de la tarde abría/ navajas sobre tu pelo”. El hilo: “Crujen auras navegantes/ sobre el cauce del silencio./ Y el mundo rueda al abismo/ ante un reloj descompuesto.// ¡Ay amor si tú volvieras,/ amor de amor y de miedo!” La prenda: Muerte anhelada y temida con que Joaquín Romero goza y se aflige. Conjeturo: El poeta oscila el látigo de la vocación. Cavilo: Bien la conozco. Remato: Ad perpetuam Joaquín.   

lunes, 10 de diciembre de 2012

44/ Vetusto Freud

Vivencio, me parece, las tres fuentes freudianas de la desdicha. Son las que siguen. Una, la supremacía de la Naturaleza. Dos, la caducidad del cuerpo. Tres, la insuficiencia metodológica de las relaciones personales. Buda deglute al psicoanalista. La primera enuncia la realidad que nos circunda. La ulterior preconiza la no perdurabilidad de los fenómenos. La postrera destila ignorancia sobre la meditación trascendente. Inquiero: ¿Ponderaría Sigmund Freud las enseñanzas de Siddharta Gotama? ¿Toleraría el aguijoneo del budismo a la ilusión? ¿Y al delirio? ¿Y al sueño? Cavilo: Calderón habría elevado a Siddharta al Olimpo de los dioses. Y, ¿es que La vida es sueño?...     

jueves, 6 de diciembre de 2012

43/ ¿Nada subsiste?

Prosigo con Vipassana. El camino de la meditación interior. Dos postulados. Uno: Quien avizora en profundidad es ajeno al rechazo. Otro: La fugacidad del momento presente proyecta un regocijo interior inigualable. “El beneficio rápido de la pérdida”, de Rilke, encerraría el segundo axioma. Infiero: Quien aprehende la fugacidad de la vida deviene inepto para rehusar nada. Ignoro cuál es la causa y cuál el corolario. Juzgo prístina la visión honda de los fenómenos. Ulterior, admitir la fugacidad del instante. Postrero, la ausencia integral del rechazo. Todo muda. Vetar, cuando nada subsiste, es absurdo. Solo el cambio deviene perenne.   

martes, 4 de diciembre de 2012

42/ Auto-recriminación

Anteayer visioné un reportaje periodístico sobre Fogwill. Hoy finiquito mi lectura del Canto a mí mismo de Walt Whitman. Rubricado este, atención, por León Felipe. El bardo zamorano lo prologa y parafrasea. Canta León-Whitman en Canto… a que hay que arremeter, sin lloros, contra la ola. Los poetas líricos solemos ahogarnos en las procelosas aguas de la aflicción. Fogwill resolvió levar anclas y se echó al océano de los provocadores. Ad perpetuam permaneció vigilante. Conjeturo: El yo y la plenitud ambulan por separado. Tanto sentimentalismo verbal, a la he, me hastía. Basta ya de pesadumbres. Inquiero: ¿Dónde radica el optimismo? No más automatismos. Ni más iteradas transgresiones. O, lo que tanto monta, insulsa libertad creativa. Conste que todo esto me lo sugiero, recrimino y espeto a mí mismo.    

viernes, 30 de noviembre de 2012

41/ Cronos, Laskmi

Hoy me es dado cavilar en la belleza. No, exclusivamente, la material. Sus predios se extienden más allá de la pura matemática. Inquiero: ¿La cursaría quien amase? ¿Y quien compartiese? Hora es de diversificar lo bello. Nadie se embelesa con un solo ser (con un solo objeto). Belleza y bondad, en su Gorgias lo consignó Platón, se definen juntas. Pergeña bien y libera hermosura aquel que comparte su tiempo y su energía. Yo te ofrendo los míos. Indago: ¿Cabría un misántropo dadivoso? Impracticable réplica. Perplejo y suspenso, al respecto, me hallo.     

martes, 27 de noviembre de 2012

40/ Samsara

Regreso a la espiritualidad. Incentivo: Vipassana. El camino de la meditación interior. De J. Goldstein y J. Kornfield. En Kairós. La página veintisiete ampara una idea formidable. Hela aquí: El hombre procura incansablemente afecto y poder. Sexo y salud. Riqueza. Se nomina samsara: Un ciclo interminable al que todos permanecemos abocados. Cavilo: Oh. Eructo. Elevo ayes de alivio. Me estirazo. Reposiciono el culamen en la poltrona. Soy, potencialmente, feliz.     

jueves, 22 de noviembre de 2012

39/ Detonante borgiano (V)

Otro arquetipo engrosa El informe de Brodie. Es este: El Jefe del Estado alienta los dramas de su pueblo. ¿Cómo? Recurriendo a la oratoria. En dichas palabras entreveo cierto sentir anarquista. Hay quien asevera que los mandatarios públicos inventan conflictos y trabas. Yo, desde luego, a pie juntillas. Y vocifero: ¡Viva el anarquismo individualista! Nadie, ignoro por qué, recusa.

martes, 20 de noviembre de 2012

38/ Detonante borgiano (IV)

Confesar algo es desprenderse de ello. Este juicio toma asilo en la página 126 (Debolsillo) de El informe de Brodie. Cavilo: Expulsar sustancias nocivas (catárticamente) deviene necesario. Qué sería, si no, de los narradores. De los poetas. De los actores. (Egos). Acaso deberíamos escribir la vida con renglones oníricos. De esa guisa la ejecutaríamos y no narraríamos. Ni poetizaríamos. Ni representaríamos. Dejaría, sencillamente, de escocer. Tómese como veleidosa conjetura lo enunciado.

lunes, 19 de noviembre de 2012

37/ Detonante borgiano (III)

Para Clara, personaje de El informe de Brodie, tradición y novedad no son opuestos. Nada que objetar. Enunciaré algo: Cada época, me parece, es una Vanguardia que se solidariza con su predecesora. De ahí la Costumbre. Parafraseando a Antonio Gaudí: La mejor originalidad consiste en regresar al origen. No como animal herido. Ni como poeta. (Ay, mi querida Laura). Sino como ánade. Garrapateaste que “el origen es mirar al vacío, desafiante”. Cavilo: Centrémonos en el presente y convirtámoslo en Vanguardia diferida. Yo, Laura, no le rogaría a la vida que no doliese. Yo la asiría y zamarrearía por la chorrera hasta que me implorase: “No me desbarates”. Solo así lograría apaciguarme.

viernes, 16 de noviembre de 2012

36/ Detonante borgiano (II)

El surrealismo literario estomaga. Así enunciado cabría lapidarme. Múdense quienes lo ansían porque el detractor es Borges. En El informe de Brodie alude al facilismo de las revoluciones estéticas. "Fácil" es adjetivo que estigmatiza. Yo fui un surrealista convencido. Los atributos clasicistas de esfuerzo y rigor han sido escamoteados por el arte. Atrevimiento y diversión entrelazan su razón de ser. El entretenimiento se transforma en lacra. La costumbre, en norma. Acaso entremezclándolos acaezca el prodigio. Hay libros que podrían concebirse en un minuto. Otros, en poco más habrán de haberse escrito. Lo simple no es sencillo. Juan Ramón Jiménez aseveró que la Perfección se halla en la espontaneidad y en la sencillez. Cavilo que lo fácil es más espontáneo que lo difícil. Presumo que frente a una espontánea comodidad lingüística cabría argüirse otra que la refutase. Se nomina, comúnmente, Corrección. De la genérica Vanguardia no opinaré.      

martes, 13 de noviembre de 2012

35/ Detonante borgiano (I)

Nélida es nombre de mujer. Leo a Borges. En la pág. 101 (Debolsillo) de El informe de Brodie se recaba tal apelativo. El estómago me ha prodigado un vuelco al escrutarlo. A perpetuidad anhelé escribir: Nélida, mi amor. Tus ojos, Nélida, son. Te amo, Nélida. La escritura o es autobiográfica o nada es. Jamás frecuenté a ninguna Nélida. Ni aún indirectamente. De mentas conozco a Nélida Piñón (escritora brasileña) y a su homónima Quiroga (actriz argentina). Con ninguna tuve la dicha de compartir. El otro apelativo de mis desvelos es Amalasunta. De resonancias novelísticas sudamericanas adolece. Al igual que me subyuga Amaranta: Gabriel García Márquez me lo ofrendó decenas de páginas adentro. De varón: Maimónides y Bosco deleitan mi hedonismo verbal. A todos sobrepasa Nélida. Sueño con ella (a quien atribuyo rasgos de Ella). Con su verbo (arrebatado a otra). Con su cuerpo de sílfide (transmigrado). No deviene, a mi pesar, en Nélida. El nombre propio no puede trasvasarse a ajenos. Un interrogante me despabila: ¿Dónde estás, Nélida? Entonces me consagro a mi rutina.      

jueves, 8 de noviembre de 2012

34/ Trinitrotolueno

Don Rigoberto deflagra en sus Cuadernos como el trinitrotolueno. Huye de la colectivización como alma que llevase el diablo. De su desventura responsabiliza a la Verdad. Fabular le depara bienaventuranzas. Ídem leer y escribir. Lo funesto es que toda misantropía (libros, grabados y cuadros) acarrea padecimientos. Padece en su divagar el narrador. El poeta, en su torre de marfil. El pintor, en sus coloristas dicotomías. Y, asido al buril, el artesano. La tríada de creadores se opone a la burocracia gestora y racionalista. Inquiero: ¿Por qué escribimos? ¿Por qué grabamos? ¿Por qué pintamos? Vale enunciar: ¿Por qué soñamos? Y, ¿para qué?

lunes, 5 de noviembre de 2012

33/ El espejo

Recién he finiquitado mi lectura de la tríada de amor de Pedro Salinas. Tres poemarios descifrados tres veces cada uno y en tres efemérides dispares: 12 de junio, 30 de julio y 4 de noviembre de 2012. Seis años requirió su autor para parirlos. ¡Que inicuo oficio el de la literatura! Son: La voz a ti debida (1933), Razón de amor (1936), Largo lamento (1939). En el primero se canta al Eros ideal. El ulterior deviene una prospección especulativa por el amor agenciado. El postrero vivifica a Cupido, y a la flechada, desde la memoria. Un signo de este me ha deleitado sobremanera: El espejo. En él, con ella, se vio una jornada reflejado el yo poético. Luego solo escrutará sus propios fantasmas. Una fugaz cavilación le devasta: Que ella avizorará su efigie con ojos que en los suyos se revelaran. ¿Cabe mayor lirismo? ¿Ni vislumbrarlo mejor y más hondamente? Don Pedro: Mi gratitud.     

miércoles, 31 de octubre de 2012

32/ Mito motor

¡Cuántas albañilerías poéticas han rendido culto al ladrillo mitológico-alegórico! El que más y el que menos de los dioses grecorromanos fue hombre positivo. Otros, representaciones simbólicas. El remanente, abstracciones morales. Pues bien: Cualesquiera de sus hechos precede al catolicismo. Únicamente la religión judaica postuló y anticipó un dios único. Mitología y judaísmo difieren en que la primera es politeísta. Comparten un sino: La constructora imaginación. Colegios y liceos no alientan el hecho mitológico. Universidades de medio mundo no cimientan sus principios en la mitología. Induzco: Léase a Juan Ramón Jiménez y a Gabriel García Márquez. Desdeñar la antigüedad empobrece nuestra cosmovisión. Sol, luna, estrellas, agua, viento, noche, ¿qué son? Deidades mitológicas. Un postrero apunte: Júpiter convirtió a su amada y a su vástago en dos constelaciones: “Osa mayor” y “osa menor” respectivamente. ¿Y Leda? ¡Qué belleza la suya afianzada a orillas de un río con Júpiter a sus pies! El mito inflinge arte y sublima la imaginación. Inquiero: ¿No es, este, motor del conocimiento? Diváguese y rectifíquese la antagónica creencia.              

jueves, 25 de octubre de 2012

31/ Contraste

Los cuadernos de don Rigoberto. Mario Vargas Llosa. El Nobel de Arequipa airea, aquí, la teoría sexual de Anne Fausto-Sterlin. Indáguese. Erotismo y perversidad devienen, en este haraquiri, conceptos símiles. El ídolo rebate el discurso feminista de la colectivización. A saber: Que clítoris y gónadas femíneas son preferentes, en abstracto, a falo y turmas. Me hastía Vargas. Juzgo insufrible su discurso estético. Los libros que pare destilan oficio. Adolecen de una impecable dicción: Instruyen. Ahí se rinde itinerario. Son, me parece, faltos de donaire. E ineptos para el narcotismo. Y su musicalidad, arrítimica. Convengo con el dictamen de Umbral: “El bien y el mal son clónicos, eternos, y la vida transcurre en un espejo”. Donde enuncia "bien", léase: Deleite. Donde "mal", desagrado. Donde "espejo", quimera. Y quédese uno tan a gusto.               

miércoles, 17 de octubre de 2012

30/ Esotra droga

–Tóxico y literatura casan...
–¿Y?
–William Sydney Porter no iba a ser menos.
–¿Qué refieres?
–La lista es luenga: Shakespeare, Edgar Poe, Arthur Rimbaud, Valery...
–Y W.S.P. Alias “O. Henry”. ¿Y qué?
–Podemos demonizarlo o enaltecer su obra.
–Adoleció de una vida compleja.
–Resolló tras los travesaños de la penitenciaría de Columbus por hurtar moneda corriente a un banco.
–Fue, asimismo, boticario.
–Fundó el seminario bufonesco The Rolling Stone.
–También garrapateó cuentos por encargo en el New York World.
–¿Qué sustancia empleaba?
–Alcohol.
–¿Y no adquiría atributos de gamuza?
–Trabajaba, raudo, con dos litros de güisqui a la jornada.
–Presto oído a sones de leyenda...
–Yo sé que acabó arruinado.
–Feneció prematuramente: Con 47 en su aljaba.
–Hay a quien, sin inspiración, se le oblitera la vida...
–Esotra droga.
–La óptima, álter ego, la óptima.
–¿Tú no aireabas que ella debe agarrarte laborando?
–¿La vida?
–La inspiración.
–Eso lo enunció Cela.
–¿No lo compartes?
–Para mí es al revés: Lo que debe sorprenderte inspirado es el laburo.
–¿Y si no?...
–Se abotagaría la obra.
–¿Y qué?
–Te mudarías en prolífico escritor con uno o dos aciertos.
–Exponme, ¿cómo tropezar con el numen?
–Leyendo.
–¿El qué?
–Lo impublicable.
–El mercado cifra los aciertos.
–Así es.
–Por eso te inspiras con parvedad e intoxicas y caligrafías asaz.
–Y tú que lo enuncies.
–Ahora discierno el grano de la paja...
–¡Bravo, álter ego, bravo!       

viernes, 5 de octubre de 2012

29/ Parca misiva

Áulico Yago: Voy a relatarte qué mundo habitamos. Resulta sutil. Deviene inhóspito. Destila uno que otro regocijo. Enarbola el estandarte de las concomitancias: Él nos habita a nosotros. Y, si cosmos real e inventado convergen, ambulamos con pájaros en las ramas. La frustración se actualiza. Lo fabulado reverbera. Lo fáctico se opaca. Podría (lo fáctico) ser virtuoso. Es reprobable. Podría (lo fáctico) ser verdadero. Es la Verdad. no barruntas nada de esto: Eres cándido. Comparte contigo un rasgo: Me envuelve sobremanera. Quienes lo habitan dejan de existir si clausuro sus tapas. Uno que otro requiere de mi somnolencia para conciliar el sueño. Duermo escasamente. Tú, en demasía. Asaz debe desgastar “Azulandia”. El orbe al que has arribado, áulico Yago, no es disímil del que yo frecuento. ¿Evocarás, tal G.G.M., la vida para contarla? Tú vívela sin empacho y sin aflicciones. Entrambos batallamos con indios y vaqueros y, a perpetuidad, salimos airosos. El mundo es una deleitosa flor. Líbala. Te apretuja: Tu tío.       

miércoles, 3 de octubre de 2012

28/ Estulticia venial

Nietzsche infligió un contundente jalón al mundo. ¿Dónde? En El origen de la tragedia a partir del espíritu de la música. La razón del filósofo irguió, aquí, una de sus vigas maestras: Lo apolíneo contra lo dionisiaco. Sosiego y equilibrio alumbraban el ideal del hombre en la Grecia Clásica. Historiadores ilustrados y post-ilustrados cimentaron tal creencia. Nietzsche la atropelló. Arrebata que, ulteriormente, cayera en la estulticia. Fue cuando caligrafió que el hombre es a la contienda lo que la mujer al solaz del contendiente. Lo explicitó en Así habló Zarathustra. Una que otra voz apela a que su hermana interpoló y falseó sus escritos. Yo no sé quién fue, a la postre, Friedrich Nietzsche. Sí, que adolecía de hocico. Con lo que me avengo.       

viernes, 28 de septiembre de 2012

27/ ¿Horror vacui?

He empezado a descifrar El anzuelo de David Albahari: Novela servia e impoluta. En la página 35 (Debate) se explicita la idea de que para progresar urgimos vacío. Agrego: Y para aprender. Inquiero: ¿Y si mi designio es hallarme? Soledad. ¿Y si mi desiderátum pasa por caligrafiar hondos versos? Zozobra. Vaciarme (fabulo): Quedarme conmigo sin remilgos sociales. Vaciarme (conjeturo): Desdecirme de lo impersonal y, por ello, transferible. Vaciarme (anhelo): Padecer para, de seguido, poseer. Resuelvo: La vida radica en medrar desplazando vacíos.         

martes, 25 de septiembre de 2012

26/ Amor inteligente

Largo lamento. Pedro Salinas. La estrofa 3ª de “Dueña de ti misma” alude al hado. Usualmente cavilo en las dicotomías destino-carácter, carácter-destino. Que yo forje mi propio albur no me persuade. Acaso posea el carácter que el azar (¿Dios?) haya tenido por bien atribuirme. Enrique Rojas parió El amor inteligente en 1997. La obra refrenda lo que a los cuatro vientos proclamó el poeta: “Se hace camino al andar”. Cuando la descifré (trotaba 2004) creí ser un excéntrico: A la sazón “amor” e “inteligencia” eran, para mí, términos divorciados. Hoy los juzgo en perfecto enlace matrimonial. Tal “pasión” y “tontura” o, de suyo, “afecto” y “emoción”. Buda y Krishna y Jesús de Nazaret impregnaron de filosofía mi espíritu. Inferí que ambular por la vida y engrosar requería frecuentarles.   

martes, 18 de septiembre de 2012

25/ Renombrado cabaré

Montmartre ubica Le Chat Noir: Un parisino y reputado cabaré del siglo XIX. Hasta él me allego. En el umbral hay una placa con texto sobre musas y alegría que me subyuga. Impele a que me demore. La jornada 13 aconteció, acá, un festejo: La exposición nominada “Autour du Chat Noir” sobre Le Chat Noir. Claude Debussy y Signac hollaron sus baldosas. Y Willette. Y Mauppassant. Y Verlaine. Y Caran D`Arche. Y Toulouse-Lautrec. Y Erik Satie. Últimos momentos, de Pablo Picasso, pende de uno de sus tabiques. A este figón mudó su coloquio Émile Goudeau. Clericales y hombres de armas tenían vedado el acceso. No, gente selecta: Profetas y mendigos. La muestra se clausurará el 13 del ulterior mes. Si pudiera pordiosear, acá, con mi atillo de diletantismo a la violeta. Ay.     

jueves, 13 de septiembre de 2012

24/ Dialéctica razón

Platón bautizó el método socrático con la voz: “Dialéctica”. Kant testimonió las falacias de la Razón en el contexto de la Verdad: Aquella y la dialéctica se abrazarían mediante el entendimiento. La propensión del hombre a contradecirse es lo que él nominó: “Dialéctica”. O para Hegel: Proclividad (ídem: Del hombre) a trascender sus contradicciones. Todo concepto adquiriría, así, rango de antinomia. Cavilo: España es nudo inextricable de entidades territoriales. Inquiero: ¿Son esas entidades contrarias al concepto de España tal unidad? Rehúso responder. Yo propendo a imbuirme de sueños. De arte. De literatura. Punto.

martes, 11 de septiembre de 2012

23/ Lírica guerrera

Los placeres prohibidos. Luis Cernuda. Muda el talante del poeta. Se rechaza la sumisión y se abraza el combate. Rebeldía y erotismo arropan al lector. El año 1931 (efeméride del parto) brota en España el pimpollo de la República. Queda revenido el vástago de Alfonso XIII. Cernuda resuelve enfundarse la guerrera por amor. Toda liza engendra un acto de contrición. Todo abatimiento, otro de persuasión. Dos puñaladas en prosa corporeizan, aquí, las siete primeras embestidas. Pierden (la prosa que fuere es una pérdida) vigor y carácter elegíaco. No las juzgo surrealistas: Una métrica con alma matiza el automatismo ilógico. Sendas aptitudes (alma y lógica) no difieren tanto entre sí. Considérese esto, por Buda, de una vez.

viernes, 7 de septiembre de 2012

22/ ¿Lumbreras anquilosadas?

Ortega y Gasset discernió entre Conocimiento y Creencia. Fernando Savater apostilla: Poseeríamos el primero, nos dejaríamos embargar por la segunda. “Poseer” (DRAE. 2ª acepción): Saber suficientemente algo, como una doctrina, un idioma, etc. “Embargar” (DRAE. 2ª acepción): Dicho de los sentidos y potencias del alma: Suspender, paralizar a alguien. Las creencias (¿emociones?) nos aquietan y obliteran. Con ideas argumentadas las impugna la filosofía. Aristóteles aseveró que de la semilla del asombro germina el cavilar. No anhelaría yo ocluir tan aguda perspectiva. Logra que sea (¿que me sienta?) ufano. Del amor no departiré. Me hastía.

martes, 4 de septiembre de 2012

21/ Ofrenda amorosa

Un río, un amor. Luis Cernuda. ¡Cuántos apelativos postergados! Topo, a pie de página, con: Buddy Van Arlen. El bardo ofrendó al actor Duerme, muchacho. El título de la conposición era: A Little River, A Little Love. Se aireó en Nueva Revista, núm. 6. (14 de mayo del año 1930). Destila desamor. El primer verso alude a la tortura física del retozo. El tercero recaba el vocablo “impotencia”. El decimosegundo, la locución “árbol crecido”. No había, hasta hoy, prestado oído al citado apelativo. Eros se sobra y se basta para inmortalizarlo. O corre a cargo de Luis en este bolado. Tanto monta. 

20/ Norma Jeane

Me habría complacido frecuentar a Norma Jeane Baker. Destapar lo que su carantamaula actoral encubría. No fue venturosa. Asaz coqueteó con Freud. Padeció a James Douhgherty, a Joe Dimaggio y a Arthur Miller. Anheló amor y halló solo sexo. Su psicoanalista infirió, de ello, un comportamiento autodestructivo. Norma lloró al par que rió. Y ambuló más que se aquietó. Arribarían los espaldarazos profesionales. Prematuramente codició fenecer para fintear la decrepitud. Lo lograría el año 1962. Kennedy y su proxeneta alentarían el fatal término. No está nítido. A la umbría de tal arcano reverbera el mito. Me habría prendado de Norma Jeane Baker de no encarnar a Marilyn Monroe. Entrego, aquí y ahora, mi palabra. Requiescat in pace.         

viernes, 31 de agosto de 2012

19/ Ella

Inquieren quién es Ella. Se les antoja propulsora de esta bitácora. Sé quién fue: Beatriz, Leonor, Filomena. “Es” El pájaro en la rama. Un pasaje de El amor en los tiempos del cólera. Una fabulación de Ficciones. Será (conjeturo) de sol, de luna o de agua. Inquieren por quién es Ella. Tales prefiguraciones no se indagan. Exhumarlas resultaría (para Ella) importuno. E ídem, para mí.

18/ Intertextualidad

Un río, un amor. Topo con una probable (verosímil) intertextualidad. Otras me asaltaron anteayer. El primigenio autor: Vicente Risco. Su composición: O poema do mar. La de Cernuda: No intentemos el amor nunca. Fabulo que no exhibe perfil de plagio. La literatura cursa tales frivolidades desde cuando existe la ley del feedback. Leer a lectores de lectores de lectores resulta pragmático. Plagiar no es reciclar ni reutilizar sino copiar. Quienes lo ejecutan incurren en delito. Acaso duplicar poesía devenga absurdo. Concebir versos requiere “experimentarlos” con previsión en vez de “vislumbrarlos”. A qué diantre, enuncio yo, calcar una experiencia ajena. Itero: Omnímodamente absurdo.     

jueves, 30 de agosto de 2012

17/ Doméstica literatura

Nos han remitido una carta. Caligrafiada con pulso cimbreante y delator. Omnímodamente rendidos a la escritura los márgenes del papel. Por el torso y por el dorso. Su extensión no deviene exuberante ni recaba ingeniosidades. Adolece de su justo término. De amistad. De afecto. Erigirnos receptores nos ha regocijado. No solo por el remitente. Haberla redactado exhuma una práctica de raigambre humanista. Disímil de la de teclear lívidos correos electrónicos. La misiva se presta a ser olida. A ser palpada. A ser engurruñada. E, inclusive, a ser guarecida en la faltriquera. Más honesta que la moneda corriente deviene. Emociones y cavilaciones fugazmente transferibles vehicula. Pertenece a quien la redacta y a quien la descifra. Podría adquirir rango de Patrimonio de la Humanidad. Saramago punteó el centro del bolado cuando explicitó: Un e-mail no se emborrona. Inquiero: ¿Y una carta?       

martes, 28 de agosto de 2012

16/ Con red

Me chapuzo en Un río, un amor, de Cernuda. El poemario exhuma a Juan Ramón, a Alberti y a Lorca. Un arquetipo: El cuerpo huero. Fue musicado en perfectos alejandrinos blancos. Sus acordes resultan magnificentes. Descolla la matemática versal. Luis interpela a André Breton y a Philippe Soupault. Profiriéndoles, apostillo yo, mil vueltas. Su automatismo psíquico no era asaz puro. Jugaba con red.  

viernes, 24 de agosto de 2012

15/ Ay, España

Un lamento. El de Rafael Alberti. En Entre el clavel y la espada. Por los caídos en la Guerra Civil. La poesía sensitiva no suele incursionarse en tales desbarajustes humanos. Su cometido no es conmover sino deleitar. Tu desgarro, Rafael, copa sendos puestos. Conmueve por cuanto la guerra a todos muerde. Deleita por cuanto el octosílabo amarras con donaire. Parafraseándote: La lengua nos duele y sabe a muerto. A desenterrado. Inquiero: ¿Y Federico? Colijo: Conmoción (sin deleite).

jueves, 23 de agosto de 2012

14/ Una pifia

Cualquier lid contra una octogenaria no denigra a quien la ejecuta. Esta (institucional), sí. El hecho ha acontecido en Borja (Zaragoza). Y a resultas de una restauración de arte fallida. ¿Víctima? El eccehomo expuesto en la iglesia de la citada villa. ¿Victimaria? Cecilia Jiménez. Rectas intenciones concurrían en ella: No le auxiliaron. Sus adminículos de rejuvenecimiento pictórico borraron la faz al Cristo Homo. La escena no engrosaba ningún nomenclátor. Permanecía, por incuria política, desamparada a la buena de Buda: Se me antoja réproba la machada contra la artífice de la pifia. Réproba y cruel.

miércoles, 22 de agosto de 2012

13/ Cripticismo formal

En La muchedumbre de lo virtual habitan colores tamizados en luz. Todo se funda a fuer de Tiempo. Hay formas en sí propias inútiles. A trechos hermosas. El brío argumental queda en suspenso. La luz cae por entre una que otra fracción. El infinito es usualmente repudiado por la matemática. Aquí, numérica certitud emerge. La adjetivación (“virtual”) irroga futuridad. La sustantivación (“muchedumbre”) parcela el aquende y ahora. A primo vistazo, orgía lumínica. Revoltijo de calcetines. Trozos chillidinos de plástico. Cascos de motocicleta. Almas de puzzle. Trastes de guitarra. Un arpa. Un yunque. Atuendo interior a retortero. Una gafa. Bufandas. Una capucha monjil. Cebra al corte. Fabulaciones. Sangre. Esperanza. Libertad a posteriori. Nefasta conciencia. Zozobra jovial. He explicitado: Nefasta conciencia. Repudio esta heterodoxia.

martes, 21 de agosto de 2012

12/ C: B

Todo A es B. C es A. Luego C es B. Que todos somos el Otro, y todo, no requiere mayor elucidación. Empatía y conciencia nos habilitan para serlo. Inquiero: ¿Por qué no aceptamos nuestra propia muerte? ¿Por qué la ajena, sí? Todos los hombres son mortales. Sócrates es hombre. Luego Sócrates es mortal. Luctuosa certitud. Yo no anhelo que la Pálida Dama me aprese. Nunca cavilo mi óbito. Creo, tal G.G.M., que nada más fenece quien se aleja de los camaradas. En Doce cuentos peregrinos da cuenta de ello. Juzgo la práctica, en buena liza, asepsia contra el pavor. O lanzadera a la libertad. Infiero: Hay que avecindarse a la muerte. Solo avecindársele. No abrazarla a deshora. De ejecutarlo caeríamos en despropósito. Es sabido que la libertad adolece de precio. Abonémoslo.         

lunes, 20 de agosto de 2012

11/ Disimilitud lírica

Sé y lamento la heterogeneidad de la obra del bardo Rafael. Entre el clavel y la espada atesora un doble signo: Amor y pacto. Adolece de ambigüedad y de pluralidad significativa. Beldades plásticas jalonan sus composiciones. Y la canción popular. Y la Guerra Civil. Y el exilio. Hay un trasfondo humanitario ajustado a contenido: Se deja descifrar a ratos. A ratos deviene sublime. Sé y lamento la homogeneidad de la obra inverosímil del bardo Rafael. Marinero en tierra enarboló luminarias que encandilaron mis ojos.   

viernes, 17 de agosto de 2012

10/ Literatura austrohúngara

Evoco Mendel, el de los libros. También Yo, otro. ¿Artífices? Stefan Zweig e Imre Kertész respectivamente. El primer rasgón restó regusto acibarado a mi paladar psíquico. E imágenes certeras: Mendel ambulando por las arterias de Viena. O afianzado al tablero del café Gluck. O recluido en un campo de exterminio nazi. Kertész (Budapest, 1929) fue deportado a Auschwitz y a Buchenwald el 44. En 2002 toma el Nobel de Literatura. Temática: La transformación del yo desde la II. G.M. hasta nuestras jornadas. ¿Qué nos ejecuta disímiles a nosotros mismos? ¿Es quimérico pretender ser quienes éramos? ¿Seremos quienes nunca fuimos: Otros? Wittgenstein concurre sobremanera. Kertész confiere pábulo al filósofo. Afirma que su cavilar fue medio para la vendetta. Sendas evocaciones espolean mi aversión al antisemitismo. Una tesis del postrer título: El individuo media entre la vida y su sentido. Fracasa en ambos parajes. Lleva a efecto el objeto de vivir. No se percata, en tal cumplimiento, de las finalidades de la vida. Cavilo: El hombre debe escalar sin dilación a la cúspide de la consciencia. Lo enunciado devendría ética cimentada y resolutiva. Infiero: Mefistófeles encierra un compromiso: Despabilar del letargo infernal de la insensatez. De ello depende, categóricamente, fenecer en olor de multitud. 

jueves, 16 de agosto de 2012

9/ La ufanía

Áulico Yago: Cuentas nueve meses en tu aljaba. Estas hojas volanderas te rinden pleitesía. No eres poeta, ni pintor, ni músico. Todavía no. Sí, uno de los propulsores de mi vida. El otro es la literatura. ¡Cómo no iba a adjudicarte espacio alguno aquí! Eres de luna con sol. Tal la Filomena de mi Juan Ramón Jiménez. Y eres epigrama. ¿Alguien prejuzga, aún, tu preeminencia en esta bitácora? Adoleces de incalculable valor: Resuellas. ¿Mi empeño? Mostrarte verosimilitudes. El de tus padres, verte engrosar. El de tus abuelos, aferrársete. Todos te proyectamos libre. No lo entierres. Y si te da por escoltar mi estela: Uno, no investigues en el laboratorio de la utopía. Dos, enuncia asiduamente “te amo” a quien lo merezca. Tres, no leas hasta la extenuación. Sí, lee. Cuatro, no seas escritor. La mayoría de nosotros nos envanecemos. Ahora contemplaré los astros azules que trasminan tus ojos. Balbuceas. Me allego a ti. Ósculos de: Tu tío. 

8/ Amicísimo trovador

Tus legajos, Miguel, arribaron a Quesada. El Consistorio de Helche les ministró libelo de repudio. Ahora subsistirá sin tus haraquiris. Sin tus caligráficos desgarros. Sin tus negros sobre blancos emborronados. Coyunturas políticas y económicas se erigieron óbice. Andalucía mudó a paisaje postrero y cautivo. Pugnaste en el frente de Jaén y en el de Córdoba. Queipo de Llano enarbolaba su fusil: Los muros del Alcázar hispalio se tornaron tu parapeto. Joaquín Romero Murube tramitó el bolado. Voceo: Que los andaluces de Jaén, aceituneros altivos, se deleiten con tu corazón. Lo guarezcan. Lo traten con despejada frente y con regalo. Le dispensen vanaglorias a tituplén. De lo contrario, Miguel, fenecerías dos veces. Injusto a toda luz.            

martes, 14 de agosto de 2012

7/ Augurio lírico

Retornando a Alberti. El de la Noble Ciudad y Puerto de Santa María exhuma, tal símbolo, al toro. ¿Dónde? En Entre el clavel y la espada. Sección: Toro en el mar (elegía de un mapa perdido). Un halo de esperanza aflora. Nuestra “piel de toro” no se enajenará: Tan banderilleada ha quedado.

6/ Sucinta hermosura

Benedetti insertó en Despistes y franquezas el micro-cuento más hermoso del orbe: Su amor no era sencillo. Lo aireé en las ondas. Hay un Aleph en que Eros y yo convergemos. Se nomina evocación. Mario: Mi gratitud.

lunes, 13 de agosto de 2012

5/ Discordia

Jaume Balagueró me ha exasperado. Ha venido en aseverar que hay un sobrante de deporte en los informativos. Obvia el excedente: La política. Yo, dondequiera que hubiese un político pondría a un pensador. O a un poeta. O a un deportista. El primero cavila. El segundo crea. El tercero se esfuerza. Los políticos no cavilan (tampoco se esfuerzan). Ellos solo crean. ¿Qué cosa? Problemas. Reconvente, Jaume, y llevémonos bien.

4/ Retrospectiva


Regreso a Granada y arribo a Guadix. Hito primordial: José Cruz Úbeda, Recuerdos de mi niñez (óleos sobre tela). Sus pinturas expelen colores sin mácula. Juanramonianos azules. Lorquianos verdes. Sanchezmejiasianos ocres. Andaluces albos. Se exponen en la casa-cueva natal del pintor. El interior fintea los cuarenta grados centígrados del rehogado exterior. Huele a aperos de labranza y a cecinas. Al emprender camino inverso vislumbro el Barranco de Víznar. Federico García exalta mi sensibilidad. La Sierra Nevada se torna de sol. Todo, ya en Sevilla, lo verdea el naranjal.

3/ Tributo

Amistad: Perita dulce. Entre el clavel y la espada, de Alberti, homenajea a Filias. Eros es sobrevolado por ella. Cavilo: Debiera erigirse enseña del hombre medio. Atestiguo: Empuja a la vida. Cotejo: Aquel, a la muerte. Ergo: Vengan peritas.  

jueves, 9 de agosto de 2012

2/ Alcance inmaculado

Kant aseveró que sentidos e intuición narcotizan inteligencias. Por la percepción. Por no sé qué fuero intestino. La idea toma asilo en Cómo orientarse en el pensamiento. Indago: ¿Dónde radica, Eros, tu sacrosanta esencia? Enunciado sea con inquina. 

martes, 7 de agosto de 2012

1/ Albor

Sopitipando” (DRAE): Accidente, desmayo. “Accidente” (DRAE. 5ª acepción): Pasión o movimiento del ánimo. De resultas: “Sopitipando”: Pasión del ánimo. Topé con este extraordinario vocablo una tarde de estío. Frecuentaba a Juan Valera: Su Pepita Jiménez (1874). La tarde que refiero fue espasmódica: Anhelaba una que otra quimera... 
     Alborea Sopitipandos. Inductores: Amor a la literatura, a la filosofía, al arte. Frecuencia cardíaca y respiratoria: Normal. Presión arterial: Normal. Temperatura periférica: Normal. 
     Consigna: “Nosce te ipsum”.