Corroboro la concepción de J. Castillo sobre el Nominalismo Social. Se encastilla en la novena entrega de Textos de sociología: compilación orquestada por Pilar Siver el año 1984: <<(…) La sociedad es una simple multiplicidad o agregado de individuos. Lo colectivo (…) no es más que lo inter-individual (…) La sociedad es, por tanto, un producto de la imaginación>>. ¡Zapateta!
Lo contrario pasa por la concepción colectivista de la sociedad. Su principal valedor es H. Spencer. Para él <<la sociedad es un organismo>> pintiparado al biológico. El individuo, como la célula, solo posee sentido en relación a la totalidad; o sea: al organismo de que forma parte. ¡Y se quedó tan pancho!
La libertad individual subsumida por la libertad social. ¿Será que el erudito no iba tan descaminado? ¿Lanzaría éste un órdago, a modo de cantinela, al estadista de turno? Verbigracia: su libertad, señor, concluye donde el pueblo emprende la suya. Y, ¿no será al revés?…