viernes, 26 de abril de 2013

68/ Una lid

Lo social versus lo psíquico. Indago: ¿A qué ton me zumban los tímpanos?… Afirma Dragó en su archiconocido Gárgoris y Habidis: “La clave de cada crisis (…) está en la psique del hombre (…). Ahí la busca (…) casi siempre el artista, de tarde en tarde el psicólogo (…) y rara vez el filósofo. Pero nunca (…) el científico o el economista (…)”. 

     Cabría argüir que el sufrimiento pertenece al labrantío de lo subjetivo; no al de lo objetivo. O (tanto monta): que sufriría quien <<siente>> y no quien <<piensa>>. O (lo que resulta similar): que quien sufre sería porque lo desea. Miserable corolario. Luego viene la Psicología Cognitiva de John B. Watson a decirnos: sentimos (prestad oído a esta mojiganga de fe) lo que pensamos; como lenitivo está requetebién.

     Yo pienso lo que pienso y siento lo que siento (en ello, no obstante, me asiento). Y ambas anillas no tienen porqué formar cadena. Un par de lustros me ha llevado llegar a tan profunda resolución… Redondearé ahora: ¿Y qué?…

     Pues eso.

martes, 16 de abril de 2013

67/ Cirugía verbal

Bhaktivedanta S. Prabhupada instituyó la <<Asociación para la Conciencia de Krishna>>. En su Samsara (La rueda del destino) alude a la Bhagavad-Gita. Aquí, a su juicio, “se afirma (…) que la naturaleza material no carbura independientemente” (el subrayado es mío). Y traduce así las palabras de Krishna: “Esta naturaleza material, que es una de mis energías, actúa bajo Mi dirección (…)” (9, 10). Me zambullo en las saludables aguas del Canto del Bienaventurado. Leo (en 9, 10): “Has de saber que la naturaleza está sometida a mí”. 

     La diferencia entre sendas traducciones avería los ojos de la cara. El calificativo (“material”) echa humo negruzco en la primera… 

     Pregunto: ¿Cabe una naturaleza idealista? Hacer sin aguardar fruto, enseñanza del Canto, evidencia sapiencia espiritual. Sin carne no hay cuerpo. Sin cuerpo no hay materia. Dios es la idea de Dios: el Sumo Creador, para los crédulos; para los descreídos, el Ánima Mundi

     Pediría cautela con las traducciones ociosas. ¿Y si cambio de actitud (pienso ahora)? Enuncio: ¡Pobre de mí! ¡Todas (las traducciones, se entiende) sean bienvenidas! Un nefasto traductor deviene, por original y lo general, gran cuentista.

miércoles, 10 de abril de 2013

66/ Conspicuo hastío

Nemo propheta in patria

     Muy chico arribó a Málaga <<La Bella>>. Nadie se apene ni se enoje. Lo dejó escrito aquél de quien hablo: Ser no es amar, y quien se engaña muere. Deduzco: Sevilla declinó erigirse matarife suyo. En Diálogos del conocimiento no he topado aún con la Málaga adoptiva. Tampoco con la Sevilla natal. 

     Pregunto: ¿No era él <<poetaluz>>? Cierto vendavalillo surrealista (¡ufa!) encoge mi ánimo. Una música dialectal andaluza endulza oídos acogotados... Juan Ramón, en el prologuillo a Platero, se liberó mecanografiando: Ni le quito ni le pongo una coma. Yo, a las puertas del Empíreo, jaleo: Olé. ¿He de aclarar que los Diálogos…, de Vicente Aleixandre, me hastían? 

     Ay.

miércoles, 3 de abril de 2013

65/ Juramento

De vez en vez (con h) hojeo Las pasiones del alma (Descartes). Paulatinamente voy pergeñándome una traslúcida idea sobre este tratado. Hay en él una deducción inverosímil y, al par, esperable: la psicosomática de las pasiones. Cuerpo y alma tejerían, entre sí, una urdimbre de vasos comunicantes. La teurgia de aquel hechizaría la insustancialidad de esta. 

     Exclamo: ¡Ufa! 

     Concluyo: por menos enfermo de morriña y me obnubilo, ambulo por el mundo al birlibirloque, hago añicos a uno que otro prójimo… Perdóneseme. 

     Cavilo: pondré tierra por medio entre lo apolíneo y lo dionisiaco. Afortunadamente solo idolatro a Juan Ramón, Borges, Velázquez y Mozart (también Beethoven). 

     Vayan, aquí, mis seudo-desgarros. Considérelos, quien lo tenga a bien, propósito de enmienda o alegre juramento.