De vez en vez hojeo (con h) Las pasiones del alma. Paulatinamente voy pergeñándome traslúcida idea sobre este tratado. Hay en él una inferencia inverosímil y, al par, esperable: La psicosomática de las pasiones. Cuerpo y alma tejerían, entre sí, una urdimbre de vasos comunicantes. La teurgia de aquel hechizaría la insustancialidad de esta. Exclamo: Ufa. Colijo: Por menos enfermo de morriña. Me obnubilo. Ambulo por el mundo al birlibirloque. Hago añicos a uno que otro prójimo. Excúseseme. Cavilo: Pondré tierra por medio entre lo apolíneo y lo dionisiaco. Venturosamente solo idolatro a Juan Ramón, a Borges, a Velázquez y a Mozart. Vayan aquí mis seudo-desgarros. Considérelos, quien lo tenga a bien, propósito de enmienda o juramento.
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