miércoles, 8 de mayo de 2013

70/ Vicenta, Federico

Días atrás leí Cartas de Vicenta Lorca a su hijo Federico. Qué hallazgo magnífico. Ahí entreví que el poeta zangoloteaba un punto y su mentora le sobre-protegía otro. Además de un García Lorca iracundo y de una Vicenta vaticinadora.

     Verdadera es la carta en que se encastilla lo que sigue: "Federico, no olvides todo lo que te digo y en particular lo de perder el tiempo (…) que para ti es ahora mismo lo que más vale (…)". Quedé estremecido al leerlo… Pensé: de urgencia nos parecen nuestros lapsos cuando su término acecha… 

     ¿Cabe que Vicenta contemplase a su hijo por el ojo del huracán de la vanidad? Legión son las interpelaciones que conminan al vástago a no postergar nada: aclara la <<abajo firmante>> (Vicenta) que su objetivo pasa por que él pueda valerse per se y no su (la de ella) gloria de claustro materno… 

     Ambos devanaron la madeja del amor impar. Ella como lo que era, una madre preocupada, y él en la pose de un niño temeroso de Dios.

     En fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.