lunes, 20 de mayo de 2013

71/ Afortunada incorruptibilidad

La escultura griega arcaica se postuló gritería de colores. Tal aseveración ha alborotado a más de uno (y de dos): y es que se policromaban los modelados con pigmentos chillones. Da pírrica cuenta del lance Miguel Tarradell en El arte griego y romano

     (Visibilizar con rayos X de fábula <<crisoelenfatinas>> (estatuas de oro y marfil) verde limón causa verdadero pasmo. O, lo que se acogería a delirium tremens, la Atenea de Fidias fucsia). 

     Pregunto: ¿Quién adujo que el arte griego adolece de apocamiento? ¿Y quién que se atavía con tedio al resguardo de una producción artística monocroma? Nefasto médium era ése.

     Conjeturo: la bóveda celeste arropa el corpus incorrupto de una asentada fantasía que a Dios gracias, y a menudo, da en el clavo… 

     ¡Albricias!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.