Una verdad extendida es esta: No somos libres. Yo lo vengo denunciando desde tiempos inmemoriales. El populacho cree lo contrario. Igualmente el poderoso. El empoderado no constituye ninguna excepción. Nadie (con ene mayúscula) es libre. Sostener la propia libertad significa que quien lo hace no es, por ventura, libre: recuérdese la caverna de Platón. La culpa recaería sobre los hombros de los hombres. O sobre los Mass Media (la TV al frente. La prensa le va en zaga) y los partidos políticos. También las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación). Estaríamos tecnificados y mecanizados en exceso. Acaso juzgo óptimo lo primero (tecnificados). Lo segundo (mecanizados), hiriente. El sistema educativo no quedaría lejos. Así la cultura, de que este se nutre, de apoco muy muy prescindible: tan posmoderna ella. Yo no sé qué está pasando. Yo sí sé que falta Filosofía y sobran ideologías.
Buscaré un texto ajeno…
¡Cáspita! Lo he encontrado y, por ello, copio:
“Nos convertimos (…) en pequeños bloques ideológicos o, mejor dicho, en insignificantes maquinarias a las que incorporamos, como si realmente fuesen estímulos mentales, una serie de estereotipos virtuales sin idealizad y libertad. Lenguajes falsos, pues, que nos llenan con la terrible lógica de la falsedad. Porque esa lógica se hace de los retazos que sostienen pasiones egoístas, soluciones incompletas a los problemas de la vida y de la sociedad. Una lógica de la incoherencia que, sin embargo, cohesionamos con los quebrados fragmentos de la `publicidad´ política e ideológica que nos sirven, efectivamente, para la total enajenación. Todo esto nos conduce a un hecho fundamental de la sociedad de nuestros días. Los individuos que componen esa sociedad no pueden ser personas, seres autónomos y reales, si no tienen posibilidad de desarrollar su propio pensamiento por muy modesto que sea. Un pensamiento que solo se nutre de libertad” (Emilio Lledó. Sobre la educación. Fragmento del “capitulillo” intitulado: Necesidad de la literatura. Taurus. Madrid, 2018).
¡Chapó!
Señores políticos: déjenme vivir en la verdad. Entiéndanme: no quiero la mía. Y que me disculpe el poeta del limonero…
Anotaré algo:
–Podemos (hipócrita).
–Ciudadanos (tremendista).
–Izquierda Unida (utópico).
–Partido Popular (perturbado).
–Partido Socialista Obrero Español (orgulloso. En demasía).
–Vox (fanfarrón. Risas).
Y ahora…
–Parménides (impulsor).
–Platón (visionario).
–Aristóteles (agudo).
–Kant (inteligente).
–Schopenhauer (profundo).
–Wittgenstein (lógico).
Para qué seguir. Compárese y si se encuentra algo mejor, por Buda, léase.
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