jueves, 1 de mayo de 2014

141/ José Moreno Villa

Un olvido inexcusable

José Moreno Villa dejó escrito: “Todos vivimos/ huyéndonos./ La vida es/ la careta del miedo.” Y de seguido: “Cada hora/ es un crepúsculo nuevo./ Cada hombre, cada cosa,/ un viajero/ que, por salvar su órbita,/ huye triunfante o maltrecho”. Lo que acabo de transliterar son los diez últimos versos del poema Postración. Se halla ubicado éste en el poemario Colección. Y fue publicada, tal obra, el año 1924. Abro paréntesis. ¿Por qué es, hoy, ninguneado JMV? Su deje al cantar no deja indiferente a nadie. No es enrevesado su discurso. No es oscuro. Frecuentó la métrica sin estridencias ni alharacas ni saltos mortales carentes de red. Era, por lo demás, poetaluz: de Málaga para más señas. Cierro paréntesis. Rafael de Cózar Siervet afirma de Moreno Villa que desempeñó un relevante papel en la década de los años veinte y treinta de la pasada centuria. Y que ello no le sirvió para ser descatalogado del catálogo de secundarios. Sinceramente: no acabo de entender esto. No desde punto y hora en que hay creadores de lo mediocre (¿automatizado?) aupados al pedestal rocoso e inaccesible (solo a veces) del triunfalismo. Resulta grotesco. También es cierto que Moreno Villa no hizo ascos al, para mí, execrable y lamentable surrealismo. Exclusivamente me refiero al literario. Léasele a JMV y disfrútesele en consecuencia. Fue y será per omnia saecula saeculorum un gran rapsoda.              

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