La supuesta <<tontura>> de los Borbones debería ser cuestión de Estado. No lo sostengo yo. La propia Historia lo deja entrever. Yo quiero pensar que con Urraca (hija de Alfonso VI y madre de Alfonso VII) se planta la semilla que contendría el embrión de la necedad borbónica. Ciertamente la cosa empieza a torcerse con el matrimonio habido entre Juana la Loca y Felipe el Hermoso. En el libro <<Historia de España contada para escépticos>> lo registra Juan Eslava Galán: <<Otro matrimonio que traería cola fue el de las hijas de Alfonso VI, Urraca y Teresa. Las dos se casaron con sendos príncipes de Borgoña, Raimundo y Enrique, y sus hijos fundarán las dinastía de León y Portugal. Con el hijo de Urraca, Alfonso VII, entra en los reyes españoles el prognatismo mandibular de la casa de Borgoña que luego se reforzará, siglos andando, cuando Juana la Loca se case con otro príncipe de aquella casa, Felipe el Hermoso. Aquí comienzan las degeneraciones de la sangre de las casa reales de Austria y de los Borbones, fruto de repetidos enlaces consanguíneos que tantos reyes bobos, tontos y tarados ha dado a la historia de España>> (Planeta. Barcelona, 2021. Págs., 162-163).
Situémonos, ahora, en las tripas del actual Borbón reinante. En realidad no creo que algo así sea hacedero... Hagamos, no obstante, el esfuerzo. Y bien: no parece que Felipe VI sea tonto; el padre (Juan Carlos I), sí. El padre tuvo la suerte que el listo desea: hizo una bien y esa le sirvió de renta vitalicia. ¡Menuda puntería! Para puntería la del nietísimo (Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón) que se descerrajó un tiro certero en el pie…
Lo dicho: Felipe VI parece un <<zagal>> avispado. Pero yo no me fiaría de tan benevolente impresión. El <<niño>> sabe idiomas. Sí. El <<niño>> pronuncia mejor que el padre. Sí. El <<niño>> cursó estudios de mayor rango que los del padre. Sí. Pero el <<niño>> es, como el padre, incapaz de desprenderse del papel de marras cuando lee un discurso (probablemente escrito por otro). Y digo yo: podría hacer un breve esfuerzo memorístico, de vez en cuando, para aparentar que sabe lo que dice. Pero no: ¡Pellejo hueco es esa bota! El <<niño>> lee maravillosamente y a ello se consagra cada vez que sube a un estrado para ese exclusivo menester. Lo único que habría que agradecerle al <<niño>>, sin tapujos, es que no arenga a las masas.
Algo me dice que será cuestión de tiempo (y no de Estado) que Felipe VI acabe cometiendo la falta histórica de los Borbones: una sonada tontería. Esto, si no la ha cometido ya y nosotros andamos en la inopia y nos hemos enterado de la Misa la mitad. Dicen que <<A rey muerto, rey puesto>>. Yo prefiero esta otra expresión: <<A rey puesto, rey depuesto>>, por aquello de la <<tontura>>... No caerá, ay, esa breva.
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