martes, 4 de septiembre de 2012

20/ Norma Jeane

Me habría complacido frecuentar a Norma Jeane Baker. Destapar lo que su carantamaula actoral encubría. No fue venturosa. Asaz coqueteó con Freud. Padeció a James Douhgherty, a Joe Dimaggio y a Arthur Miller. Anheló amor y halló solo sexo. Su psicoanalista infirió, de ello, un comportamiento autodestructivo. Norma lloró al par que rió. Y ambuló más que se aquietó. Arribarían los espaldarazos profesionales. Prematuramente codició fenecer para fintear la decrepitud. Lo lograría el año 1962. Kennedy y su proxeneta alentarían el fatal término. No está nítido. A la umbría de tal arcano reverbera el mito. Me habría prendado de Norma Jeane Baker de no encarnar a Marilyn Monroe. Entrego, aquí y ahora, mi palabra. Requiescat in pace.         

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