martes, 11 de septiembre de 2012

23/ Lírica guerrera

Los placeres prohibidos. Luis Cernuda. Muda el talante del poeta. Se rechaza la sumisión y se abraza el combate. Rebeldía y erotismo arropan al lector. El año 1931 (efeméride del parto) brota en España el pimpollo de la República. Queda revenido el vástago de Alfonso XIII. Cernuda resuelve enfundarse la guerrera por amor. Toda liza engendra un acto de contrición. Todo abatimiento, otro de persuasión. Dos puñaladas en prosa corporeizan, aquí, las siete primeras embestidas. Pierden (la prosa que fuere es una pérdida) vigor y carácter elegíaco. No las juzgo surrealistas: Una métrica con alma matiza el automatismo ilógico. Sendas aptitudes (alma y lógica) no difieren tanto entre sí. Considérese esto, por Buda, de una vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.