Gonzalo Torrente Ballester prologó Gárgoris y Habidis. La invención ajena devendría, para él, responsable de nuestra ramplonería. Buda atestiguó que nada es lo que aparenta ser: Gusto, tacto, vista y olfato inocularían la Verdad. Unos pocos fabulan siniestramente el Sistema en que malvivimos. Su postulado: Aherrojar al prójimo. Apague, enuncio, y escurrámonos. La primitiva piel de toro es saldada al preferible postor.
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