lunes, 10 de diciembre de 2012

44/ Vetusto Freud

Vivencio, me parece, las tres fuentes freudianas de la desdicha. Son las que siguen. Una, la supremacía de la Naturaleza. Dos, la caducidad del cuerpo. Tres, la insuficiencia metodológica de las relaciones personales. Buda deglute al psicoanalista. La primera enuncia la realidad que nos circunda. La ulterior preconiza la no perdurabilidad de los fenómenos. La postrera destila ignorancia sobre la meditación trascendente. Inquiero: ¿Ponderaría Sigmund Freud las enseñanzas de Siddharta Gotama? ¿Toleraría el aguijoneo del budismo a la ilusión? ¿Y al delirio? ¿Y al sueño? Cavilo: Calderón habría elevado a Siddharta al Olimpo de los dioses. Y, ¿es que La vida es sueño?...     

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